El régimen de autoseguro en Argentina se da cuando una persona (empleador) hace frente con su patrimonio a las consecuencias económicas derivadas de sus propios riesgos.
Para aportar mayor claridad, una persona opta por no contratar una entidad aseguradora (ART), pero legalmente se responsabiliza por los riesgos y responde con sus bienes ante un accidente de trabajo o una enfermedad inculpable.
El autoseguro está regulado por la Ley 24.557 de riesgos del trabajo, sancionada en el año 1995 lo que significó un gran avance al reconocerle al trabajador el verdadero valor que este representa, en tanto que se lo reconozca como el capital más importante de toda empresa.
A partir de esta ley es obligación del empleador:
- Afiliar a sus empleados a una ART ya sea que éstos pertenezcan al sector público como al privado o
- Podrán autoasegurar los riesgos del trabajo siempre acreditando con periodicidad, por un lado solvencia económico-financiera para afrontar las prestaciones de ésta ley, y por otro que garanticen los servicios necesarios para otorgar las prestaciones de asistencia médica y las demás previstas en el artículo 20 de la presente ley.
Quienes no acrediten ambos extremos deberán asegurarse obligatoriamente en una «Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART)» de su libre elección.
En el último inciso de esta Ley también se establece que el Estado nacional, las provincias y sus municipios y la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires podrán igualmente autoasegurarse.
Diferencias con:
- Cuando se expresa, autoseguro no debe confundirse con una cobertura de seguro para autos. Esta ultima tiene regulación propia.
- Tampoco debe confundirse con el Seguro de vida obligatorio, que es de contratación obligatoria para todo empleador con cada empleado. Este seguro protege a la familia del trabajador cuando este fallece. Pero el monto es un básico, para ayudar en esta situación de emergencia que atraviesa la familia del empleado fallecido.
Lo que sucede:
En la práctica este autoseguro se observa en empresas chicas con poco volumen de ventas y poca cantidad de empleados. Cuando una empresa cuenta con una gran cantidad de empleados no se justifica ya que puede llevar a la quiebra por un siniestro o enfermedad inculpable de sus empleados.